La calidad del contenido es importante no sólo para aumentar el ranking en el buscador de Google, sino para ayudar a los clientes potenciales con sus necesidades. Google tiene cuatro directrices de calidad con el fin de ayudar a los marketeros, escritores, bloggers y otros desarrolladores de contenido cuando van a escribir algo nuevo en internet. Estas directrices de calidad identifican las formas más comunes de comportamiento engañoso o manipulador por lo que se evitan cuando se desarrolla un nuevo contenido.
La violación de las directrices de calidad Google tiene ramificaciones graves, incluyendo la eliminación de resultados de búsqueda Google. Algunos ejemplos son contenido generado automáticamente, redireccionamientos engañosos, esquemas de enlaces, encubrimiento, textos y enlaces ocultos, páginas puerta, contenido copiado, programas de afiliados, uso excesivo de palabras clave, creación de páginas con comportamiento malicioso, directrices para spam generado por usuarios, entre otros